Las megatendencias para 2030
| 1 de enero, 2014
Identificamos seis grandes tendencias de largo plazo que determinarán las prioridades de crecimiento de las firmas y la toma de decisiones de los ejecutivos en los próximos años.
1. Paisaje geopolítico y económico reconfigurado
El impacto del proceso globalizador continuará: la clave está en las exportaciones y en la inversión extranjera directa. Los países en desarrollo seguirán liderando el dinamismo mundial: los BRIC más los Próximos Once. La economía, la energía y las organizaciones transnacionales afectan cada vez más el balance de poder. Vienen tiempos de cambio y de cambios en el cambio.
Los desafíos de esta megatendencia: Se profundizan los impactos de la globalización. La dinámica del crecimiento mundial se traslada a países emergentes que se convertirán en los principales actores. Nuevos mercados poco conocidos se expanden rápidamente. El balance de poder es cada vez más horizontal y surge la multipolaridad. Las disputas de poder se trasladan a la economía y a la energía. Cada vez hay menos estabilidad: el nivel de conflicto armado, comercial, financiero, político y social crece y se expande. Esta mundialización requiere nuevas categorías más amplias para entender, monitorear y tomar decisiones.
2. Más poder individual: difusión, participación y redes
Los sectores medios consumen y participan más. Internet es la nueva revolución industrial. La hiperconexión de la web alcanza y modifica nuestra vida. La movilidad transforma el espacio haciéndolo virtual. Habrá más dispositivos móviles que habitantes. El concepto mismo de red se renueva.
Los desafíos de esta megatendencia: La expansión de los sectores medios más la extensión del poder individual a partir del fenómeno de redes plantea desafíos para los gobiernos, las empresas y las personas. Un desafío es el de sostener las identidades. En un marco donde cada vez más personas hacen oír su voz personalmente, la identidad se convierte en un elemento en permanente interpelación y recreación. La identificación, tan cara a las marcas empresariales, va a resultar de un esfuerzo superior y sobre todo dinámico y constante. Por otro lado, surge el desafío de la gestión. El desafío de gestión, de gobernanza es un desafío triple: de escucha, de diálogo y de respuesta. Las organizaciones (Estado, empresas, ONGs) van a tener que afinar y articular con mayor precisión y profesionalidad la forma en la que gestionan los asuntos (internos y externos) para responder a los intereses propios, internos y externos. La tendencia se vislumbra en dos posibilidades de reacción: control y apertura. Por un lado, aumentan las tendencias de controlar los contenidos y los diálogos que resultan en la red a partir de extensiones tecnológicas, y en el límite de tomar medidas de prohibición o censura (como se observa en China o Cuba) o limitantes de las libertades elementales. La apertura al diálogo, a la conversación, al otro parece ser una respuesta, aunque pareciera más riesgosa, como más de mayor valor que si se tiene la vocación y se ponen los medios adecuados para escuchar, decir y hacer puede tener resultados extraordinarios. La respuesta que demos a este fenómeno puede potenciar nuestros esfuerzos o estancarnos en la decadencia.
3. Recursos y cambio ambiental global ¿cambio consciente o más de lo mismo y peor?
Los países reconsideran la disponibilidad y utilización de los principales recursos –agua, energía y alimentos–. No hay un aumento relevante de productividad que acompañe la mayor demanda. Por ende, surgen tensiones económicas y sociales sobre el uso y distribución de estos recursos que generan mayor volatilidad en los precios y nuevas preguntas y requerimientos de la sustentabilidad. La consideración seria del cambio climático sigue fuera de la agenda de los países y las empresas.
Los desafíos de esta megatendencia. Estas nuevas situaciones y escenarios de riesgo generan repercusiones de tipo geopolíticas y sociales. Y si sumamos la adquisición de estatus de los sectores medios, el impacto posible aumenta. Desde el punto de vista de las políticas públicas, el aumento de la demanda de reglamentación de uso, precio y administración de agua y la intervención en los mercados de commodities y energéticos generan costos políticos para los gobiernos y posibles nuevos beneficios derivados de la atención de los reclamos sociales crecientes. Pareciera ser que los dos principales desafíos son, por un lado, incrementar definitivamente el nivel de consciencia real sobre este problema y, en segundo lugar, desarrollar una acción global realmente coordinada en torno a la agenda de prioridades, que ya se encuentran debidamente sustentadas..
4. Conocimiento global, tecnología e innovación
La velocidad de innovación y la tasa de adopción van en crecimiento, se reduce el ciclo de de vida de los descubrimientos. El avance tecnológico hace mayor hincapié en las ciencias naturales. La extensión e interconexión de Internet permitirá que este nuevo conocimiento sea global, participativo y abierto, con tensiones para poder rentabilizar las grandes inversiones.
Los desafíos de esta megatendencia. El avance constante de la tecnología y de las innovaciones y el aceleramiento de la tasa de adopción resulta en la pronta obsolescencia de las invenciones que necesita de fuertes y mayores inversiones para mantener el ritmo de creatividad y vigencia. La carrera y la premura por conseguir estar en la cima plantea el desafío de evaluar los proyectos de R&D con mayor precisión desde el punto de vista de la rentabilidad futura toda vez que la venta de aprovechamiento de la innovación resulta más estrecha y también más volátil. Asimismo, se plantea el desafío de hacer valer los derechos de propiedad sobre las innovaciones. El carácter de las innovaciones tiende a relacionarse cada vez más con el conocimiento. Las tecnologías de información y la masividad de la red hace cada vez más complicada la posibilidad de mantener la exclusividad en la utilización de las innovaciones, así como de los problemas de hacer cumplir la legislación de protección a la propiedad intelectual en determinados países. Un desafío más se suma en cuanto a la discusión sobre la investigación y utilización de determinadas tecnologías que tienen relación con el ser humano en cuestiones sobre la denominada bioética. No resulta nada obvio que determinados avances técnicos se contraponen a los principios elementales de la dignidad humana..
5. Nueva demografía: envejecimiento, migración, fuerza de trabajo y urbanización
En 2030 la población mundial alcanzará los 8300 millones de habitantes en comparación con los 7200 millones actuales. Se destacan 4 tendencias demográficas que perfilarán las condiciones económicas y sociales: envejecimiento, migración, fuerza de trabajo y urbanización.
Los desafíos de esta megatendencia. Las tendencias demográficas son un importante desafío que los países deben resolver para mantener las condiciones de vida: el esfuerzo fiscal y de gestión necesario para proveer bienes y servicios será cada vez mayor. Las implicancias políticas y sociales se traducirán en mayores demandas y zonas de insatisfacción que incrementarán las demostraciones sociales y reducirán la estabilidad de los países con menor nivel de desempeño..
6. Presiones sociales, regulatorias e institucionales en alza
La población se encuentra más sensibilizada: las preocupaciones e interés por los temas públicos va en aumento, en volumen e intensidad. La demanda de intervención del Estado es transversal de todos los países, mientras que la acción de los gobiernos es limitada: en parte por la reducción de legitimidad de la política; y también por la falta de capacidad de gestión y respuesta de los gobiernos. El nivel de conflicto social también escala, llegando a veces a niveles de violencia física. La brecha de expectativas se ensancha.
Los desafíos de esta megatendencia. Las mayores demandas de intervención y regulación por parte del Estado no están encontrando respuesta satisfactoria. Los gobiernos tendrán que mejorar sus mecanismos de gestión. La gestión de las políticas públicas necesita de una verdadera re ingeniería, de concepto y de administración. Será necesaria mayor creatividad a la hora de plantear, discutir y desarrollar soluciones. También serán necesarias nuevas capacidades de comunicación, de liderazgo, de administración. Más y mejor de lo mismo no será una opción. El gobierno electrónico podrá ser una ventana de avance, sobre todo en lo que respecta a las demandas de mayor transparencia. La comunicación de los gobiernos también tendrá que dar un salto, utilizando por ejemplo nuevos canales. Las nuevas demandas, no sólo en nuevos ámbitos, sino que también más veloces y con menor paciencia, plantean nuevos escenarios de complejidad. Una complejidad que no podrá ser abordada y sobre todo gestionada con viejas estrategias y con viejos liderazgos.