Las megatendencias para 2030

| 1 de enero, 2014

Identificamos seis grandes tendencias de largo plazo que determinarán las prioridades de crecimiento de las firmas y la toma de decisiones de los ejecutivos en los próximos años.

1. Paisaje geopolítico y económico reconfigurado

El impacto del proceso globalizador continuará: la clave está en las exportaciones y en la inversión extranjera directa. Los países en desarrollo seguirán liderando el dinamismo mundial: los BRIC más los Próximos Once. La economía, la energía y las organizaciones transnacionales afectan cada vez más el balance de poder. Vienen tiempos de cambio y de cambios en el cambio.

  • Globalización – Los efectos de la globalización continuarán expandiéndose. Los países crecerán hacia afuera: las exportaciones y la inversión extranjera directa crecerán más rápido que el PBI. El PBI real mundial crecerá un 4% anual y alcanzará los 135 trillones de dólares en 2030; actualmente asciende a 62 trillones. Este crecimiento es más lento que el de los últimos 20 años (5,3% anual). Las exportaciones representarán en 2030 un 33% del PBI comparado con el 26% de la actualidad y el 17% de 1990. La dinámica de corto plazo de la inversión extranjera directa estará más acelerada que el PBI; no podemos sacar conclusiones en el largo plazo, ya que países como China e India se convertirán en demandantes de esta inversión y en inversores.

  • Crecimiento – Los países en desarrollo crecerán más rápido que los desarrollados. Los países desarrollados crecerán un de 1,8% anual, y los países en desarrollo un 6,7%. En 2030, Asia desplazará a Europa como líder en exportaciones.

  • Los BRIC – La evolución de los BRIC (Brasil, Rusia, India y China) continuará, aunque a tasas más razonables que las de los últimos años. En los próximos 20 años, su tasa de crecimiento del PBI real será de 7,9% anual, superior al 5,6% de los últimos 20 años. Generarán un 36% del PBI global en 2030 en comparación con el 18% actual. China liderará el crecimiento de este conjunto (9%), seguido de India (8,4%), Brasil (5,5%) y Rusia (5,3%). En el 2026 China será la economía más grande del planeta y desplazará a los Estados Unidos. En 2030, India representará un cuarto de la economía china y Brasil desplazará a Japón. En 2030, la participación mundial en exportaciones de los BRIC será igual a la de Europa (23%); actualmente es de 14% y, en 1990, era de 5,8%. China e India dominarán el mercado de productos manufacturados y servicios; Brasil y Rusia, el de materia prima. Aumentará considerablemente el poder de compra de los habitantes de estos países: La clase media –según definición de Goldman Sachs con ingreso anual entre seis mil y treinta mil dólares– crecerá un 150%, de 800 a 2000 millones en 2030. En China, representará el 75% de la población en 2025; actualmente es el 40%. En India el aumento será aún mayor: del 7,1% actual al 57% en 2030. En Brasil, más moderado: del 47% al 58%. En Rusia, en cambio, caerá del 71% actual al 45% en 2030; la gente se moverá a categorías de mayores ingresos.

  • Los próximos once – Además de los países BRIC, surge un grupo que también capta atención e interés por su promisorio futuro económico: “los próximos once” (Next Eleven en inglés); Bangladesh, Egipto, Indonesia, Irán, México, Nigeria, Pakistán, Filipinas, Corea del Sur, Turquía y Vietnam. Se estima que en 2030 representarán el 30% del PBI de los BRIC y el 11% del PBI mundial. México, Indonesia, Turquía y Corea del Sur serán las economías más significativas.

  • Geopolítica y geoeconomía – Se observa una fuerte influencia de la economía financiera y energética en la política. A la multipolaridad occidental con liderazgo de Estados Unidos le sucede una multipolaridad con países pivotes sin liderazgo hegemónico. Luego de la crisis de 2008, el poder de los Estados Unidos y de los países de Europa Occidental disminuyó en forma constante a manos de países emergentes, como los BRIC, que serán las próximas potencias. Los actores transnacionales no estatales como corporaciones y organizaciones no gubernamentales tienen cada vez más participación. Los organismos internacionales no tienen ni la vigencia ni la determinación imaginada por sus fundadores. Los países BRIC, si bien emergentes, no logran ocupar el rol vacante del líder. Posibles causas son la horizontalidad de los factores de poder, la poca capacidad para influir cultural y simbólicamente en forma significativa y penetrante. Lo que sí está claro, es que el liderazgo y la gobernanza global no están claros para los próximos años.

Los desafíos de esta megatendencia: Se profundizan los impactos de la globalización. La dinámica del crecimiento mundial se traslada a países emergentes que se convertirán en los principales actores. Nuevos mercados poco conocidos se expanden rápidamente. El balance de poder es cada vez más horizontal y surge la multipolaridad. Las disputas de poder se trasladan a la economía y a la energía. Cada vez hay menos estabilidad: el nivel de conflicto armado, comercial, financiero, político y social crece y se expande. Esta mundialización requiere nuevas categorías más amplias para entender, monitorear y tomar decisiones.

2. Más poder individual: difusión, participación y redes

 

Los sectores medios consumen y participan más. Internet es la nueva revolución industrial. La hiperconexión de la web alcanza y modifica nuestra vida. La movilidad transforma el espacio haciéndolo virtual. Habrá más dispositivos móviles que habitantes. El concepto mismo de red se renueva.

  • Sectores medios – La clase media se expande como nunca antes: por primera vez, una mayoría de la población no será pobre; tendrá nuevos y mayores consumos, con las consecuentes expectativas, esperanzas de bienestar y efectos colaterales asociados. Esta expansión es un fenómeno transversal que profundiza diferencias políticas, culturales y religiosas. La interacción entre la tradición y la globalización es un desafío que se plantea cada vez más intensa, veloz y profundamente: así como su gestión, si ésta fuera posible. Algunos estudios culturales observan mayor convergencia que divergencia en normas y valores.

  • Internet y movilidad – Tres mil millones de personas están conectadas. Internet transformó la manera en que vivimos, trabajamos y socializamos. En poco tiempo, pasó de ser instrumento exclusivo de un grupo de “geeks” a popular herramienta diaria para muchas personas. Encarna la globalización, establece acceso instantáneo, directo, diluyendo mediaciones y anulando la variable espacial. El impacto económico es notable, la influencia de la red sobre el crecimiento económico se duplica cada cinco años y cada vez más velozmente. El impacto social también se expande, y la movilidad es una de sus claves. Hay seis mil millones de teléfonos celulares, 20% tienen servicios de datos. En 2015, el uso de la web será más móvil que fijo, serán veinte mil millones de dispositivos conectados: un verdadero fenómeno de hiperconexión.

  • Participación – La difusión rápida y profunda de las tecnologías de comunicación incrementó la capacidad de los individuos para influir en el gobierno de estados y organizaciones. Por otro lado, se observa un incremento significativo de la producción social (non-market production) impulsado por motivaciones sociales emergentes que permiten aprovechar el potencial creativo, la enorme capacidad computacional ociosa disponible y la web como principal canal de distribución. En la economía de redes, el usuario individual controla todos los factores necesarios para la producción de actividades. Yochai Benkler, en su obra “The Wealth of Networks” (2006), desarrolla exhaustivamente este fenómeno y sus implicancias.

  • Redes – El mundo de las redes ha estallado. El tradicional concepto de redes se ha re-establecido en una nueva dimensión a partir de las “redes sociales”, cuya explosión ha logrado una extendida horizontalización de las interacciones entre personas, comunidades y organizaciones. La utilidad y aplicación es diversa, múltiple e ilimitada, siendo su única restricción la relevancia y la atractividad del contenido. La clave de este desarrollo es la masividad e informalidad de las redes: la falta de normas que, con fuerza de aplicación, regulen la actividad que se lleva a cabo. Todos quienes tienen acceso a Internet -por cualquiera de los medios- se han convertido en un potencial protagonista con la interactividad como llave: la posibilidad de cada cual de intervenir y originar una modificación en el contexto o en la consecución de un diálogo. La interacción es inmediatez, personalización, ampliación, participación, no linealidad; contiene permanentes estímulos de coactividad. Las ideas de dimensión y escala se han transformado: Lo físico ha dejado el lugar a lo virtual; el tamaño de los conceptos no se mide a partir de su espacio sino del alcance que logran generar. Se ha pasado vertiginosamente del hard power al soft power: está finalizando el poder a partir de las cosas, de los activos físicos (las “divisiones del Papa” de Stalin); el poder va a surgir a partir de la imagen y reputación, de la capacidad de establecer identidades, de la fuerza símbolos y los signos, de la cultura. Surgen nuevas formas de expresión donde se entrecruzan dimensiones estéticas, narrativas, sensoriales, tecnológicas, políticas y económicas. Son nuevas formas y lenguajes que introducen cambios masivos en la forma de producir, distribuir y consumir.

  • Conversaciones y virtualidad – La nueva realidad virtual es un mundo de fragmentación, poblada de nano-públicos. Estamos ante la presencia de un focus-group gigante, dinámico, global, siempre interpelante; donde se han establecido y se establecen comunidades y tribus en permanente reconfiguración articulados por una trama de valores, intereses, aficiones en constante mutación. Las redes son redes de información, redes de conocimiento, redes de contenido, redes de influencia, que periódicamente se articulan logrando elevados niveles de empoderamiento social logrando elevar su mensaje a extendidos sectores y lugares.

  • Amenazas – La expansión de la red trae consigo algunas amenazas. La utilización de Internet para potenciar acciones delictivas a nivel mundial, la profundización de la violación de la propiedad intelectual, la violación al ámbito de la privacidad. La respuesta de los gobiernos es variada. Algunas medidas están basadas en acciones tendientes a monitorear y controlar los contenidos y actividades que se desarrollan en la Web, restringiendo o impidiendo su uso; esto tiene alcance a las bases de datos personales que se almacenan y actualizan periódicamente; en definitiva, se percibe a Internet como una amenaza. Otras apuestas entienden que la red es un gran foro donde es posible conocer y ser conocido, escuchar y ser escuchado; una magnífica herramienta para que las organizaciones se apalanquen interna y externamente en la gestión de sus actividades con la intención de que estar cerca puede generar relaciones de mayor confianza que se traducen en bienestar. Movimientos renovadores como es el caso de Creative Commons.

Los desafíos de esta megatendencia: La expansión de los sectores medios más la extensión del poder individual a partir del fenómeno de redes plantea desafíos para los gobiernos, las empresas y las personas. Un desafío es el de sostener las identidades. En un marco donde cada vez más personas hacen oír su voz personalmente, la identidad se convierte en un elemento en permanente interpelación y recreación. La identificación, tan cara a las marcas empresariales, va a resultar de un esfuerzo superior y sobre todo dinámico y constante. Por otro lado, surge el desafío de la gestión. El desafío de gestión, de gobernanza es un desafío triple: de escucha, de diálogo y de respuesta. Las organizaciones (Estado, empresas, ONGs) van a tener que afinar y articular con mayor precisión y profesionalidad la forma en la que gestionan los asuntos (internos y externos) para responder a los intereses propios, internos y externos. La tendencia se vislumbra en dos posibilidades de reacción: control y apertura. Por un lado, aumentan las tendencias de controlar los contenidos y los diálogos que resultan en la red a partir de extensiones tecnológicas, y en el límite de tomar medidas de prohibición o censura (como se observa en China o Cuba) o limitantes de las libertades elementales. La apertura al diálogo, a la conversación, al otro parece ser una respuesta, aunque pareciera más riesgosa, como más de mayor valor que si se tiene la vocación y se ponen los medios adecuados para escuchar, decir y hacer puede tener resultados extraordinarios. La respuesta que demos a este fenómeno puede potenciar nuestros esfuerzos o estancarnos en la decadencia.

3. Recursos y cambio ambiental global ¿cambio consciente o más de lo mismo y peor?

Los países reconsideran la disponibilidad y utilización de los principales recursos –agua, energía y alimentos–. No hay un aumento relevante de productividad que acompañe la mayor demanda. Por ende, surgen tensiones económicas y sociales sobre el uso y distribución de estos recursos que generan mayor volatilidad en los precios y nuevas preguntas y requerimientos de la sustentabilidad. La consideración seria del cambio climático sigue fuera de la agenda de los países y las empresas.

  • ¿Catástrofe malthusiana? – Los estudios demográficos indican una evolución creciente de la población –de 7100 millones hoy a 8300 millones en 2030 – con estas características: crecimiento proporcional de los sectores medios y envejecimiento y consolidación poblacional en China y Asia. El aumento de la demanda de recursos que esto conlleva reaviva la posibilidad de una dinámica malthusiana que afectará nuestras posibilidades de desarrollo.• Agua. Se estima que para 2030 las necesidades de agua alcanzarán los 6900 miles de millones de metros cúbicos anuales, 40% más que la oferta disponible.• Alimentos. La demanda de alimentos aumentará un 35% para 2030, pero se reducirá la productividad global –del 2,2% en 1970 a 1,1% en 2000 y continúa cayendo– sumado a la creciente utilización de los commodities para producción de biocombustibles –que actualmente representa en EE.UU. el 40% de la producción anual de maíz–. Este no es solo es un problema de productividad mundial, sino de mayor tensión social por las distintas concepciones sobre la utilización y locación de estos recursos.

  • Volatilidad de los commodities – El mercado de los commodities presenta volatilidad y nivel de integración elevados debido a la acción financiera (hedge funds) por los movimientos de compra y venta de posiciones. Pero el aumento de precios y de volatilidad no debería traducirse en escasez de alimentos, ya que la suba de precios opera como incentivo para expandir la frontera productiva y aprovechar nuevas oportunidades.

  • Energía – La demanda mundial aumentará un 50% en los próximos 15 a 20 años acompañando el crecimiento económico sostenido. Habrá aumento de la producción en los países de la OPEP y mayor explotación de fuentes no convencionales con tecnologías no convencionales. El impacto económico y político puede llegar a provocar un cambio de los precios relativos y dar a determinados países la soberanía energética. Claramente las emisiones de carbono continuarán creciendo por encima de los compromisos mundiales de reducción, y esto forzará demandas de urbanización, producción y vida “verde” o “amigables” con el ambiente.

  • Cambio ambiental global – Según expertos como Osvaldo Canziani, es necesario ya hablar de cambio ambiental global, dado que es el fenómeno que ocurre, mucho más allá del cambio climático. Se observa un aumento en la frecuencia de eventos climáticos extremos –tornados, ciclones, inundaciones, olas de calor, rompimientos glaciales–. El rango de variabilidad de temperaturas y condiciones climáticas se ha incrementado prácticamente en todo el globo, de la mano de los efectos alteradores y contaminantes de la actividad humana –emisiones de carbón, expansión de la frontera agrícola, residuos plásticos y electrónicos, etc. –. El crecimiento de China y Asia, junto a la tibia respuesta de EE.UU. y Europa al protocolo de Kioto hacen pensar que se trata de una tendencia difícil de controlar (de hecho, las perspectivas de producción de hidrocarburos y minerales para el 2050 en EE.UU. y Asia, respectivamente, generan un fundado pesimismo al respecto). Muchos señalan que hemos alcanzado un nivel de emisiones de CO2 que no tiene retorno. Estudios recientes muestran que la preocupación por el cambio climático se encuentra madura a nivel discursivo, pero bajamente considerada en la agenda de gobiernos y empresas (ver MIT Sloan 12/2013 y Asertys 04/2014).

Los desafíos de esta megatendencia. Estas nuevas situaciones y escenarios de riesgo generan repercusiones de tipo geopolíticas y sociales. Y si sumamos la adquisición de estatus de los sectores medios, el impacto posible aumenta. Desde el punto de vista de las políticas públicas, el aumento de la demanda de reglamentación de uso, precio y administración de agua y la intervención en los mercados de commodities y energéticos generan costos políticos para los gobiernos y posibles nuevos beneficios derivados de la atención de los reclamos sociales crecientes. Pareciera ser que los dos principales desafíos son, por un lado, incrementar definitivamente el nivel de consciencia real sobre este problema y, en segundo lugar, desarrollar una acción global realmente coordinada en torno a la agenda de prioridades, que ya se encuentran debidamente sustentadas..

4. Conocimiento global, tecnología e innovación

La velocidad de innovación y la tasa de adopción van en crecimiento, se reduce el ciclo de de vida de los descubrimientos. El avance tecnológico hace mayor hincapié en las ciencias naturales. La extensión e interconexión de Internet permitirá que este nuevo conocimiento sea global, participativo y abierto, con tensiones para poder rentabilizar las grandes inversiones.

  • Difusión tecnológica – La difusión de la tecnología se incrementa a la par de la adopción de las nuevas invenciones y sigue transformando la vida cotidiana. Robótica, realidad virtual, la “Internet de las cosas”, son realidades que se encuentran cada vez más cercanas y frecuentes. Por ejemplo, Japón se ha propuesto la meta al 2015 de tener un robot en cada hogar; Corea del Sur tiene la misma meta para el año 2020. Otra tendencia en este sentido es a la miniaturización de los productos, la nanotecnología; tendrá un impacto importante en sectores como el de IT, automotriz, médico, electrónico.

  • Innovación – La importancia de la tecnología se va a incrementar en los años por venir: las nuevas tecnologías se adaptan con mayor velocidad y los ciclos de innovación se van a acortar significativamente. A mediados de siglo XX fueron necesarios 52 años para que un 5% de la población adoptará una nueva tecnología; luego el plazo se acortó a unos 13 años para que lograr el 25% de adopción. Pero entre el año 1975 y el año 2000, sólo fueron necesarios 3 años en promedio para ir de una tasa de difusión del 5% al 25% de adopción. Países desarrollados y en desarrollo comparten esta dinámica. Sin embargo, la velocidad de innovación y difusión se encuentra asociada a los niveles de ingreso de los países tanto como causa, así como consecuencia. La brecha de difusión de tecnologías entre países desarrollados y en desarrollo siguen siendo elevada, aunque el progreso tecnológico crece más rápidamente en los últimos. La difusión de tecnología está siendo uno de los factores responsable de la reducción de la pobreza en los países en desarrollo (sobre todo en el sector de la agricultura).

  • Ciencias naturales – La tendencia de las innovaciones básicas se está dirigiendo a las ciencias naturales como la biotecnología, medicina, farmacéutica. La población de mayor edad consume tres veces más drogas y fármacos que las de otras edades. Y se espera que esa cifra aumente conforme se desarrollen nuevas medicinas para la hipertensión, diabetes, cáncer. La urbanización y la alta movilidad generan la dispersión de gérmenes patógenos, generando nuevos nichos para las empresas farmacéuticas. La tecnología médica tiende la individualización del diagnóstico y de los tratamientos: los pacientes son analizados y el tratamiento es preparado a medida basado en los resultados de los tests y de las necesidades específicas. Se espera que la industria de la biotecnología tenga altas tasas de crecimiento, toda vez que tendrá una fuerte influencia en sectores como la producción primaria, la salud, energía, alimentos, agua. La convergencia con la nanotecnología y las IT representarán un significativo progreso que incluirá nuevos productos y servicios como terapias de células regenerativas, granos más resistentes y alimentos con mayor valor nutricional; así como en materia de enfermedades tales como cáncer o SIDA suplementando o reemplazando genes o impulsando el funcionamiento normal como la inmunidad.

  • Red de conocimiento – La sociedad del conocimiento global va a continuar extendiéndose en los próximos años, vía las relaciones cruzadas que favorece Internet. Algunos analistas predicen que los usuarios de la red consumirán un promedio de 3gb de datos por día en el año 2030; la cantidad de usuarios podría ser de alrededor de 5bn en el año 2020, mientras que en la actualidad suman 3bn. La arquitectura de redes de conocimiento en Internet ya se ha incrementado significativamente. En Wikipedia, lanzada en 2001, ya existen más de 4.25m de artículos en inglés y más de 1m de artículos en español.

  • Educación – Se estima que para el año 2030, el 91% de la población mundial complete los estudios primarios, comparado con el 88% de la actualidad; y el 55% haga lo propio con la educación secundaria cuando la tasa actual es del 50%. También se espera que la penetración de Internet en los países desarrollados para el año 2030 sea de 100%; en los países en desarrollo aún es escasa (cerca del 25% en la actualidad) pero creciendo a tasas de dos dígitos.

Los desafíos de esta megatendencia. El avance constante de la tecnología y de las innovaciones y el aceleramiento de la tasa de adopción resulta en la pronta obsolescencia de las invenciones que necesita de fuertes y mayores inversiones para mantener el ritmo de creatividad y vigencia. La carrera y la premura por conseguir estar en la cima plantea el desafío de evaluar los proyectos de R&D con mayor precisión desde el punto de vista de la rentabilidad futura toda vez que la venta de aprovechamiento de la innovación resulta más estrecha y también más volátil. Asimismo, se plantea el desafío de hacer valer los derechos de propiedad sobre las innovaciones. El carácter de las innovaciones tiende a relacionarse cada vez más con el conocimiento. Las tecnologías de información y la masividad de la red hace cada vez más complicada la posibilidad de mantener la exclusividad en la utilización de las innovaciones, así como de los problemas de hacer cumplir la legislación de protección a la propiedad intelectual en determinados países. Un desafío más se suma en cuanto a la discusión sobre la investigación y utilización de determinadas tecnologías que tienen relación con el ser humano en cuestiones sobre la denominada bioética. No resulta nada obvio que determinados avances técnicos se contraponen a los principios elementales de la dignidad humana..

5. Nueva demografía: envejecimiento, migración, fuerza de trabajo y urbanización

En 2030 la población mundial alcanzará los 8300 millones de habitantes en comparación con los 7200 millones actuales. Se destacan 4 tendencias demográficas que perfilarán las condiciones económicas y sociales: envejecimiento, migración, fuerza de trabajo y urbanización.

  • Envejecimiento – Hay un rápido aumento de la edad mediana de casi todas las sociedades (a excepción de África Sub-sahariana). La edad mediana de los países de la OCDE será de 43 años en 2030; hoy es de 38. La proporción de población mayor de 65 años crecerá a tasas inéditas. Para 2030 serán 25 y no 80 como hoy los países cuya edad mediana es de 25 años o menos. Esto, sumado al fenómeno migratorio, requiere urgentes reformas en los programas de salud y en los sistemas de seguridad y previsión social para poder sostener los estándares de calidad.

  • Migración y fuerza de trabajo – La migración se acelerará en los próximos años a consecuencia de la creciente globalización, incrementándose la disparidad de estructuras demográficas entre países ricos y pobres, desigualdad de ingresos y presencia de redes de inmigrantes. También habrá mucha migración interna, incluso superior a la externa, por la creciente urbanización, factores ligados al cambio climático y las oportunidades económicas. La migración laboral de trabajadores calificados y no calificados también se ha globalizado; hoy los 10 países que reciben la mayor cantidad de inmigrantes son del G8. Los países emergentes también generan oportunidades: Brasil, China, India y Turquía lideran esta dinámica. La consolidación de los movimientos de trabajadores “internacionales” plantea un importante desafío para los estados –pensiones, beneficios sociales, residencia, seguridad– y para las empresas –diversidad, expatriación, remuneración, retención.

  • Urbanización – La población urbana aumentará del 50% al 60% en 2030, en fuerte contraste con el 30% observado en 1950. China, India y África Sub-sahariana lideran esta tendencia acompañadas, aunque en menor medida, por Bangladesh, Brasil, Congo, Indonesia, México, Nigeria, Pakistán, Filipinas y EE.UU. Esto implicará mejores condiciones sociales y mayor estabilidad política en África y Asia, lo que podría impulsar condiciones de competitividad de largo plazo. El mayor crecimiento se registrará en las zonas suburbanas con la creación de mega-regiones. La utilización de tecnología moderna y la expansión de la infraestructura de transporte y energía plantea un desafío medioambiental.

Los desafíos de esta megatendencia. Las tendencias demográficas son un importante desafío que los países deben resolver para mantener las condiciones de vida: el esfuerzo fiscal y de gestión necesario para proveer bienes y servicios será cada vez mayor. Las implicancias políticas y sociales se traducirán en mayores demandas y zonas de insatisfacción que incrementarán las demostraciones sociales y reducirán la estabilidad de los países con menor nivel de desempeño..

6. Presiones sociales, regulatorias e institucionales en alza

La población se encuentra más sensibilizada: las preocupaciones e interés por los temas públicos va en aumento, en volumen e intensidad. La demanda de intervención del Estado es transversal de todos los países, mientras que la acción de los gobiernos es limitada: en parte por la reducción de legitimidad de la política; y también por la falta de capacidad de gestión y respuesta de los gobiernos. El nivel de conflicto social también escala, llegando a veces a niveles de violencia física. La brecha de expectativas se ensancha.

  • Sensibilidad – La extensión de la educación a mayores regiones y sectores está planteando nuevas sensibilidades que antes eran privativas de grupos reducidos. La preocupación por la ecología, el trabajo digno, la pobreza, las condiciones de vida, las migraciones, enfermedades, son cada vez más cuestiones que preocupan y movilizan a mayor cantidad de personas. La crisis financiera del 2008 dio lugar a una suerte de catalización que resultó en un resurgimiento de demandas de mayor regulación, en un principio en cuestiones financieras pero que se están ampliando a otras cuestiones. La demanda de mayor intervención del Estado en la vida diaria se extiende en todas las regiones, en temas de economía, de seguridad, de educación, de salud. Las campañas que, individualmente o en grupos organizados, se realizan para mostrar y concientizar sobre estos y otros temas levantan mayor interés y preocupación. No pasan desapercibidas en los medios colectivos y masivos de información (gráficos, radio, TV, cine, Internet) los mensajes y la recepción de las personas. Las respuestas son de activismo o o pasividad pero no de indiferencia. La mayoría, a su nivel, responde afirmativamente activando su sensibilidad respecto a estos temas.

  • Gobernabilidad – Otro dato mundial, que no respeta fronteras geopolíticas, es la pérdida de legitimidad que está sufriendo la política como herramienta de armonización de intereses y de brindar soluciones a las cuestiones que interesan en la sociedad. Los mecanismos de representación están siendo puestos en discusión así como a los líderes que intentan dar respuesta a las renovadas demandas de bienestar. La velocidad de atención y gestión de respuesta está quedando muy por detrás de la destreza de las personas en hacer saber sus demandas y pretensiones. Los gobiernos no están pudiendo resultar efectivos frente a las expectativas que generan con disminuidas capacidades y disposiciones de respuesta. Por un lado, las burocracias gubernamentales requieren de nuevas técnicas y profesionalismos y también la paciencia de la gente resulta estrecha en cuanto al tiempo necesario para el despliegue de una política pública (time-to-build). Esta brecha de expectativa se extiende en volumen e intensidad.

  • Activismo y conflicto social – Las personas y grupos organizados que se vuelcan a la actividad pública crecen a cada momento. La acción de las comunidades de reivindicación de sus intenciones apela a viejos y nuevos mecanismos. Las manifestaciones resurgen como vehículo eficiente para mostrar el empuje y decisión de las demandas. Los grupos encuentran apalancamiento en Internet tanto para difundir información como para organizar sus manifestaciones. Las campañas resultan, en general, atractivas y logran posicionar los mensajes en una porción importante de la población. En determinadas circunstancias, el activismo está encontrando perfiles de mayor conflicto. En efecto, cuando se trata de cuestiones como la libertad, la religión, la raza, el sexo los niveles de conflicto social se incrementan y en algunos casos llega a instancias de violencia física. El empoderamiento individual, o la desinstitucionalización de la vida cotidiana, va a hacer que mayor cantidad de personas intente reparar o reivindicar sus pretensiones a partir de las vías de hecho.

Los desafíos de esta megatendencia. Las mayores demandas de intervención y regulación por parte del Estado no están encontrando respuesta satisfactoria. Los gobiernos tendrán que mejorar sus mecanismos de gestión. La gestión de las políticas públicas necesita de una verdadera re ingeniería, de concepto y de administración. Será necesaria mayor creatividad a la hora de plantear, discutir y desarrollar soluciones. También serán necesarias nuevas capacidades de comunicación, de liderazgo, de administración. Más y mejor de lo mismo no será una opción. El gobierno electrónico podrá ser una ventana de avance, sobre todo en lo que respecta a las demandas de mayor transparencia. La comunicación de los gobiernos también tendrá que dar un salto, utilizando por ejemplo nuevos canales. Las nuevas demandas, no sólo en nuevos ámbitos, sino que también más veloces y con menor paciencia, plantean nuevos escenarios de complejidad. Una complejidad que no podrá ser abordada y sobre todo gestionada con viejas estrategias y con viejos liderazgos.